Te agradecemos el don de nuestras familias, amigos y bienhechores. Gracias por el tiempo, talentos y providencial apoyo que nos permiten realizar el ministerio que nos has encomendado.
Te pedimos por sus intenciones personales, sabiendo que tú tienes un buen plan para sus vidas.
Por los que están enfermos, te pedimos tu sanación sobre ellos;
Por aquellos que están en necesidad de un empleo, abre puertas;
Por los que necesitan esperanza, que Tu luz disipe la oscuridad en sus vidas y los llenes con Tu amor;
Para que la paz reine en sus corazones y de los que aman;
Por los tibios de corazón, para que reavives la llama de amor por Ti;
Por los que están perdidos, para que los envuelvas en tus brazos de amor y sepan que tan cercano estas de ellos;
Por los corazones rotos, para que con tu amor sanes sus corazones;
Por los necesitados de misericordia, para que conozcan el bálsamo sanador de tu perdón;
Por los necesitados de gracia, para que derrames tu gracia en abundancia en ellos;
Por los que sufren con adicciones, para que los liberes de estas cadenas;
Por aquellos que temen, para que te conozcan y sepan que Tú eres más grande que todo temor pues eres el amor perfecto;
Por los que sufren, te pedimos que cambies sus lágrimas en alegrías;
Por los que gozan de salud, paz y alegría, te damos gracias Señor. Dales fortaleza en esas gracias.
Te pedimos, Oh Padre celestial, que todas las familias, amigos y bienhechores de las Discípulas del Señor Jesucristo puedan un día contemplarte cara a cara en Tu Reino Celestial.